De forma activa o pasiva, países de todos los
continentes se vieron implicados o afectados por la segunda guerra
mundial, una contienda en la que naciones con siglos de
civilización se enfrentaron en una escala
destructiva sin precedentes.
La segunda guerra
mundial fue un conflicto
armado que se extendió prácticamente por todo el
mundo entre los años 1939 y 1945. Los principales
beligerantes fueron, de un lado, Alemania,
Italia y
Japón, llamadas las potencias del eje, y del otro, las
potencias aliadas, Francia, el
Reino Unido, los Estados Unidos,
la Unión Soviética y, en menor medida, China. La
guerra fue en
muchos aspectos una consecuencia, tras un difícil
paréntesis de veinte años, de las graves disputas
que la primera guerra
mundial había dejado sin resolver. La
frustración alemana después de la derrota y los
duros términos del Tratado de Versalles, junto con la
intranquilidad política y la
inestabilidad social que afectaron crecientemente a la
república de Weimar, tuvieron como resultado una
radicalización del nacionalismo
alemán. De esta forma se produjo el advenimiento al
poder de Adolf
Hitler, jefe del
Partido Obrero Alemán Nacional Socialista (NSDAP), o
partido nazi, de ideología totalitaria, ultranacionalista
y antisemita.
No hay comentarios:
Publicar un comentario