LA OIT
Un aspecto esencial
en las actividades de la OIT es la importancia de la cooperación entre
gobiernos y organizaciones de trabajadores y empleadores en la promoción
del progreso social y económico.
El
objetivo de la OIT es responder a las necesidades de los hombres y
mujeres trabajadores al reunir a gobiernos, empleadores y trabajadores
para establecer normas del trabajo, desarrollar políticas y concebir
programas. La estructura de la OIT, en la cual trabajadores y
empleadores tienen el mismo derecho a voto que los gobiernos en sus
deliberaciones, es una muestra del diálogo social en acción. De esta
manera se garantiza que las opiniones de los interlocutores sociales
queden fielmente reflejadas en las normas laborales, políticas y
programas de la OIT.
La OIT fomenta el tripartismo dentro de sus mandantes y Estados miembros, al promover el diálogo social entre las organizaciones sindicales y de empleadores en la formulación – y cuando es pertinente – en la aplicación de las políticas nacionales en el ámbito social y económico, así como respecto a muchas otras cuestiones.
La OIT realiza su trabajo a través de tres órganos fundamentales (la Conferencia Internacional del Trabajo, el Consejo de Administración y la Oficina), los cuales cuentan con representantes de gobiernos, empleadores y trabajadores.
El Consejo de Administración y la Oficina son asistidos en su labor por comisiones tripartitas que se ocupan de los principales sectores económicos. Además reciben apoyo de los comités de expertos en materia de formación profesional, desarrollo de la capacidad administrativa, seguridad y salud en el trabajo, relaciones laborales, educación de los trabajadores y problemas específicos que afectan a las mujeres y a los jóvenes trabajadores.
La OIT organiza periódicamente reuniones regionales de los Estados miembros con el fin de analizar los asuntos que revisten especial interés para las respectivas regiones
.
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